Soy Carlos
Para mí, la cría de Labradores Retriever no es una dedicación ni una profesión: es un sentimiento por cuidar y mejorar continuamente la raza.
Este sentimiento ha supuesto una terapia en mis momentos más difíciles, y por ello cada día intento hacer las cosas mejor para que mis futuros cachorros puedan ayudar a más personas, al igual que me ayudaron a mí.
En la foto: servidor, mis sobrinos, mi hermano y Reina.
Pancho, mi primer cachorro de Labrador Retriever
Pancho, mi primer cachorro.
Poco a poco fui conociendo y aprendiendo más sobre la raza, entendiendo más lo que puede transmitir un labrador retriever y empecé a estudiar la raza a fondo, para poder realizar cruces y poder conseguir mi línea de sangre.
En 2020 da vida Karely Lab, afijo dedicado a mi mujer Ely.

Mis objetivos:
Mi objetivo principal es tener mi propia línea de sangre, y poder destinar un porcentaje de la cría a una obra social cada año.
Solo quiero que mis perros sean sanos y puedan ayudar a otras personas de la misma manera que me han ayudado a mí.
Quiero dar las gracias a…
Mi padre, que nos inculcó el amor por los perros desde pequeños.
A Samuel Fernández, de Tierra de Barros, por todo lo que me ha enseñado.
Y, por supuesto, a mi mujer Ely, mis hijos y mi familia, por estar siempre ahí y ayudarme a seguir luchando.